Aunque comúnmente se la
asocia a la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Ortodoxa conoce también la
advocación desde 1030 en Ucrania cuando el país logró defenderse de una
invasión bárbara, hecho que la religiosidad de la época atribuyó al auxilio
de la Virgen María.
La advocación de
María Auxiliadora ha sido fuertemente asociada hasta el siglo XIX a la
defensa militar de todos los bastiones católicos y ortodoxos en Europa, el
norte de África y Medio Oriente en contra de los pueblos no cristianos, muy
especialmente los musulmanes. Precisamente bajo el pontificado de Pío V, los
pueblos euro-cristianos reunieron una descomunal fuerza para detener el
avance de los turcos que en 1572 dirigían un poderoso ejército con el fin de
conquistar definitivamente a Europa. Mientras los ejércitos cristianos
reunidos de todas las naciones europeas, lograron derrotar definitivamente a
los invasores, el Papa había pedido a toda la cristiandad que rezaran e
incluyeran la advocación
Sancta Maria Auxilium Christianorum. Con la popularización que los
salesianos hicieron de la devoción a María Auxiliadora en todos los países
en donde se abrieron casas de Don Bosco, se dio el surgimiento de numerosos
santuarios, entre los cuales el más célebre es precisamente el de la
Basílica de María Auxiliadora en Turín.
Cosmogonía de la lucha entre el bien y el mal
La advocación de María Auxilio de Cristianos ha sido vista por lo general
como un aspecto de carácter militar de la Virgen María como defensora de la
fe cristiana. Este aspecto puede ser rastreado en los elementos que
fundamentan la mariología dentro de la Iglesia Católica y Ortodoxa.
El primer texto que representa a la mujer bíblica como personaje combativo
de las fuerzas del mal es el de
Eva en los relatos del Génesis. En la condena divina tras el pecado,
Dios se dirige a la serpiente en estas palabras:
Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje; él te
pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.
El texto revela una evidente cosmogonía que enfrenta en la escena de la
Creación a dos fuerzas en permanente oposición, el bien y el mal. De acuerdo
a la mariología, en este texto se ve representada a la Virgen María la cual,
al ser la madre del Mesías, es aquella que porta el linaje de salvación.
De igual manera otras mujeres jugarían un papel primordial en la percepción
de esa lucha existencial entre las dos fuerzas opuestas: la profetisa
Débora, Judit, la viuda que sale en defensa del asedio de Betulia y derrota
a Holofernes, y muchas otras.
Por último, el personaje femenino que juega un papel determinante en dicha
lucha viene representado en el libro del Apocalipsis en el siguiente texto:
Una gran señal apareció en el cielo: una
Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce
estrellas sobre su cabeza; está encinta, y grita con dolores del parto y con
el tormento de dar a luz (...)
A este extraño personaje femenino que después sería relacionado por las
primeras comunidades
cristianas como símbolo de la maternidad de María y su significado en la
historia de la salvación y así mismo con la Iglesia, se le antepone otro
personaje, el dragón, el cual en Occidente representa el mal y contra el
cual se desata una batalla liderada por el Arcángel Miguel, otro personaje
de carácter guerrero, al menos desde el punto de vista espiritual. Al final
del texto, la mujer y su hijo se enfrentan directamente, según el texto:
Entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua detrás de la
Mujer, para arrastrarla con su corriente. Pero la tierra vino en auxilio de
la Mujer (...)
Al seguir la lectura de un libro que como el
Apocalipsis tiene un gran contenido simbólico, se da de manera paulatina
una relación entre estas figuras femeninas de carácter militar o guerrrero
en favor del bien, entendido este dentro de la historia de la salvación, lo
que terminaría por crear con el tiempo una advocación como María Auxilio de
los Cristianos.
Historia
Entre los padres de la
Iglesia
La advocación Auxiliadora no es en realidad nueva y era ya conocida en los
primeros siglos de nuestra era por las primeras comunidades cristianas y los
Padres de la Iglesia. En numerosas inscripciones cristianas encontradas en
los territorios de hegemonía griega se encuentran dos títulos por medio de
los cuales se refería a la
Virgen María: uno es Θεοτόκος (Teotokos, Madre de Dios) y el otro es
Βοήθεια (Boeteia, Auxiliadora).
Entre los Padres de la Iglesia8 que se refirieron directamente a la Virgen
María como "Βοήθεια" se encuentran Juan Crisóstomo en una homilía del año
345, Proclo en el 476, Sebas de Cesarea en el 532. Después del tiempo
patrístico, entendido este hasta el siglo V, otros personajes hicieron
mención de dicho título como Romano Melone en el 518, Sofronio, arzobispo de
Jerusalén, Juan Damasceno en el 749 y German de Constantinopla en el
733.
La invasión musulmana
Las luchas centenarias entre naciones cristianas y musulmanas tendría su
culmen en el siglo XVI. El
Islam había destruido ya el Imperio bizantino con la Caída de
Constantinopla el 29 de mayo de 1453 y se preparaba para entrar a Europa. El
Papa Pío V fue el principal promotor de una alianza europea con el fin de
contrarestar el avance de los otomanos a la cual se denominó la Liga Santa
de 1571 (la segunda del siglo XVI) y que quedó conformada por España,
Venecia, Génova, Malta y los Estados Pontificios. El 7 de octubre de 1571 se
libró una de las batallas más importantes de la historia, la de Lepanto, en
la cual fueron vencidas de manera definitiva las huestes otomanas y Europa
occidental fue preservada de la invasión. Para el mundo eurocatólico de la
época, la detención de dicha invasión fue leída desde una perspectiva
religiosa de lucha entre el bien y el mal interpretado esta según los
paradigmas medioevales y los enfrentamientos entre las dos religiones
monoteistas. En tal caso, se concluyó que el éxito de los ejércitos
católicos se debía a la intervención de la Virgen María que había ido en
auxilio de los cristianos.
Dicho precedente se reflejaría pocos años después en Baviera, el sur
católico de Alemania, en donde se vieron amenazados por el avance del
luteranismo durante la Guerra de los Treinta Años. En dicho contexto
hicieron una promesa a la Virgen: si Esta los libraba de su invasión, la
honorarían con el título de Auxiliadora de los cristianos. De este hecho
histórico viene la llamada Asociación de María Auxiliadora.
Pío VII y Napoleón
El Papa Pío VII, quien gobernó la Iglesia Católica entre 1800 y 1823, fue el
segundo Pontífice romano que daría una gran importancia a esta advocación
mariana. Le correspondió los años de la consolidación del Imperio
napoleónico. Firmó con Napoleón Bonaparte un Concordato que parecía
garantizar la paz entre la Iglesia y Francia en 1801. En 1804 fue a París
para la coronación del nuevo emperador, pero sólo pudo ungirlo porque
Napoleón se impuso a sí mismo la Corona. Bien pronto las aspiraciones
ambiciosas de Napoleón entrarían en contraste con la influencia de la
Iglesia. En 1806 el
Papa se negó a sumarse a la exigencia de Napoleón de bloquear a
Inglaterra, lo que condujo a una invasión francesa de los Estados
Pontificios y puso en prisión al anciano Papa de 77 años de edad, primero en
Savona y luego en Fontainebleau en 1809. En su cautiverio, situación ésta
que le causó un gran sufrimiento y deterioró bastante su salud, el Papa
prometió a la Virgen que si recuperaba su libertad y volvía a Roma,
declararía ese día como solemne en honor de María Auxilio de los
cristianos. Bien pronto la suerte de Napoleón cambió y Pío VII recuperó
su libertad. Llegó a Roma el 24 de mayo de 1814 y cumplió su promesa. De
este acontecimiento, viene la tradición de la Solemnidad de María
Auxiliadora cada 24 de mayo.
Don Bosco
Pero la persona que más tendría que ver con la popularización de la
invocación de María como Auxilio de los cristianos sería el santo educador
de Turín, San Juan Bosco, quien veía el florecimiento de sus obras
apostólicas y educativas entre los jóvenes como obra de la Virgen María. Don
Bosco comienza a referirse a esta con el nombre de María Auxiliadora a
partir de 1860, año en el que relata que la
Virgen le manifestó su deseo de ser honorada bajo dicho título y su
voluntad de que se le construyera un templo. Es posible que este deseo de
afidarse a María como "Auxilio de los cristianos" tenga su razón de ser en
la difícil época que la Iglesia Católica vivía en Italia con el avance de
los movimientos nacionalistas que abogaban por la Unificación de Italia aún
en contra de la existencia de los Estados Pontificios y por ende de la
autoridad del Papa. Don Bosco estuvo muy cerca del pontificado del
Papa Pío IX, el último Papa-Rey de los Estados Pontificios. El recuerdo
reciente de la promesa hecha a la Virgen por parte de Pío VII prisionero de
Napoleón a principios del siglo pudo inspirar en Don Bosco su devoción a una
advocación que había probado éxito en los momentos más difíciles de la
Iglesia. Bien pronto la expansión de las obras salesianas en los cinco
continentes tendrían como consecuencia la internalización de esta advocación
de origen estrictamente europeo. Por otra parte, fundó el Instituto Hijas de
María Auxiliadora con el fin de llevar el Sistema Preventivo Salesiano a las
muchachas y de honorar a la Virgen bajo dicha advocación.
Imagen de María
Auxiliadora
Para adornar la Basílica de María Auxiliadora en Valdocco, Don Bosco mandó
pintar una estupenda obra artística del maestro italiano Tomás Lorenzone en
la cual aparece la Virgen con el Niño como figuras centrales veneradas por
los doce
Apóstoles, otros santos y los ángeles. Aparte de las innumerables
representaciones artísticas de la Auxiliadora, aquella que se considera como
el icono principal es el de Lorenzone en Turín. La idea fue de Don Bosco que
dijo al artista:
En alto María Santísima entre los coros de los ángeles, después el coro de
los profetas, de las vírgenes, de los confesores. Por tierra los emblemas de
las grandes victorias de María y los pueblos del mundo en el acto de alzar
las manos hacia ella pidiendo su auxilio.
Lorenzone tardó tres años en terminar la obra, que fue entronizada en la
Basílica de María Auxiliadora y, según las palabras de Don Bosco, es una
figura del título "María, Madre de la Iglesia".
La obra corresponde a una pintura barroca que exalta a la
Virgen como Reina y lleva en su mano izquierda a Jesús Niño, ante el
cual todas las criaturas (los Apóstoles y otros santos representan a la
Iglesia y los
ángeles al Cielo) rinden tributo por ser el Verbo Encarnado.
Los atuendos siguen la simbología judeo-cristiana que se pretende leer en la
advocación. Tanto María como el
Niño Jesús llevan los atuendos reales inspirados en las monarquías
europeas, especialmente germánicas, en vigor durante la Edad Media como las
coronas doradas cuyo color representa el oro y siguen el texto apocalíptico:
"...una Mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce
estrellas sobre su cabeza...". Con frecuencia la Corona está enmarcada en un
aro con las doce estrellas con toda la simbología bíblica que el número 12
representa y la estrella com símbolo de David.
La madre lleva en su mano derecha un cetro, símbolo de monarquía y del
reinado mesiánico, al caso dentro de la cosmogonía cristiana. Algunas
representaciones derivadas de
María Auxiliadora ponen un segundo cetro al Niño, aspecto este que rompe
el sentido bíblico original, porque se trata de un sólo cetro, el mesiánico.
De igual forma los atuendos corresponden a los usos sacerdotales, bordados
en oro y telas preciosas. El niño lleva un vestido entero blanco, otro
símbolo mesiánico que recuerda el reparto de los vestidos de
Cristo: "La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba
abajo". De igual manera Jacob, que "amaba a José más que a todos los demás
hijos por ser para él el hijo de la ancianidad" le había hecho "una túnica
de manga larga"
Tanto la imagen de la
Virgen como la del Niño, corresponden a personajes caucásico - nórdicos
y rubios que revela la asimilación de la advocación dentro de la historia
del catolicismo en Europa especialmente.
Devoción
El Ayuntamiento de Morón de la Frontera (Sevilla) nombró alcaldesa honoraria
de la localidad a María Auxiliadora en acto oficial el 24 de mayo de 2008.
Un pleno extraordinario aprobó por mayoría el nombramiento el mismo día de
su
festividad. El alcalde colocó el bastón de mando de la ciudad en el
altar de la Virgen en el curso de una procesión pública.
María Auxiliadora tiene una Iglesia en Berisso, Buenos Aires, Argentina; que
está unida con el Instituto Justo Santa María de Oro.Tambi tiene una en
Cordoba, Argentina;que esta unida al colegio pio x. Fuente
ORACIÓN A LA
VIRGEN MARÍA AUXILIADORA
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