Infancia
Francesco Forgione nace en Pietrelcina en el año de 1887, sus padres fueron
Grazio María Forgione y María Giussepa di Nunzio. Fue el cuarto
hijo de ocho que nacieron, de los cuales 3 murieron a temprana edad. Su
madre le puso el nombre Francesco porque era devota de San Francisco de
Asís. Su familia era de clase humilde trabajadora y muy devota. Desde niño
mostró mucha piedad e incluso actitudes de penitencia. Su
infancia se caracterizó por una salud frágil y enfermiza. Es desde esta
edad donde manifestó un gran deseo por el sacerdocio, nacido por el
encuentro que tiene con un monje capuchino del convento de Morcone (a 30 km
de Pietrelcina) llamado Fray Camillo quien pasaba por su casa pidiendo
limosna.Su padre tiene que emigrar a América para poder pagar sus estudios,
en 1898 a Estados Unidos y en 1910 a Argentina. Desde su niñez
sufre los llamados encuentros demoníacos que lo acompañaran a lo largo
de su vida. Amigos y vecinos testificaron que fueron en más de una ocasión
las veces que le vieron pelear con lo que parecía su propia sombra.
Comienza la vida de
fraile
El 6 de enero de 1903 con 16 años, es aceptado como novicio en el convento
de Morcone. El maestro de
novicios era el padre Tommaso da Monte Sant'Angelo a quien el padre Pío
recordaba como un poco severo pero con un corazón de oro, muy bueno,
comprensivo y lleno de caridad con los novicios.
La vida en el noviciado era muy dura, llena de ayunos y mortificaciones que
influyeron en el carácter y espíritu de los novicios los ayudaba a discernir
si tenían verdadera vocación; fue en este período que las enfermedades que
arrastraba desde niño fueron creciendo y se quedaron con él hasta el día de
su muerte. El maestro de novicios testificó que
fray Pío fue siempre un novicio ejemplar, puntual en la observancia de
la regla y nunca daba motivo para ser reprendido.
El 22 de enero de 1904 cuando acabó su
noviciado pronunció sus votos temporales.
El 25 de enero de ese mismo año se traslada al convento de Sant'Elia para
continuar con sus estudios. Es en este convento donde sucede su primera
bilocación asistiendo al nacimiento de Giovanna Rizzani, futura hija
espiritual suya, nacida en Udine, Venecia, lejos de donde físicamente se
encontraba el padre Pío en ese momento.
El 27 de enero de 1907 hace la profesión de sus
votos solemnes. Ese mismo año es trasladado al convento de Serracapriola,
ubicado a quince kilómetros del mar, pero no le hizo nada bien y su salud
decayó. Sus superiores lo envían de regreso a Pietrelcina para ver si el
clima de su casa le hace bien. En esta época la gente de su pueblo confía en
él pidiéndole consejo y así Francisco empieza una dirección de almas.
En 1908 regresa al convento pero esta vez a Montefusco. En noviembre de este
año recibe las órdenes menores (portero, lector, exorcista, acólito) y luego
el subdiaconado. Todas estas épocas son para él de mucha oración y estudio.
Consagrado sacerdote el 10 de agosto de 1910 en la catedral de Benavento,
por motivos de salud permaneció en su familia hasta 1916. Allí en su pueblo
natal recibe los primeros estigmas. En septiembre del mismo año fue enviado
al convento de
San Giovanni Rotondo y permaneció allí hasta su muerte. Durante la
Primera Guerra Mundial, sirve en el cuerpo médico italiano (1917-1918).
Convento de San Giovanni
Rotondo
Sin duda alguna lo que ha hecho más famoso al Padre Pío es el fenómeno de
los estigmas llamados pasionarios (por ser semejantes a los de
Jesucristo en su Pasión): heridas en manos, pies, costado y hombro,
dolorosas aunque invisibles entre 1911 y 1918, y visibles desde este último
año hasta su muerte. Su sangre tenía al parecer perfume de flores, aroma
asociado a la
santidad. La noticia de que el Padre Pío tenía los estigmas se extendió
rápidamente. Muy pronto miles de personas acudían a San Giovanni Rotondo
para verle, besarle sus manos, confesarse con él y asistir a sus misas. Se
trata del primer sacerdote estigmatizado.
Después de minuciosas investigaciones, la Santa Sede quiso intervenir
directamente. Envían a investigar a una gran celebridad en materia de
psicología experimental, el Padre Agustín Gemelli, franciscano, doctor en
medicina, fundador de la
Universidad Católica de Milán y gran amigo del Papa Pío XI. El Padre
Gemelli se fue de San Giovanni con la idea de que los estigmas eran de
origen neurótico y publicó su pensamiento en un artículo. El Santo Oficio se
valió de la opinión de este gran psicólogo e hizo público un decreto el cual
declaraba no constar la sobrenaturalidad de los hechos.
En los años siguientes hubo otros tres
decretos y el último fue condenatorio, prohibiendo las visitas al Padre
Pío o mantener alguna relación con él, incluso epistolar. Como consecuencia,
el Padre Pío pasó 10 años -de 1923 a 1933- aislado completamente del mundo
exterior, entre la paredes de su celda.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, funda los Grupos de
oración del Padre Pío. Los grupos se multiplicaron por toda Italia y el
mundo. A la muerte del Padre los Grupos eran 726 y contaban con 68.000
miembros, y en marzo de 1976 pasaban de 1.400 grupos con más de 150.000
miembros.
El 9 de enero de 1940, el Padre Pío reunió a tres de sus grandes amigos
espirituales y les propuso un proyecto al cual él mismo se refirió como su
obra más grande aquí en la tierra: la fundación de un hospital que habría de
llamarse
Casa Alivio del sufrimiento. El 5 de mayo de 1956 se inauguró el
hospital con la bendición del cardenal Lercaro y un inspirado discurso del
Papa Pío XII. La finalidad del hospital es curar al enfermo tanto espiritual
como físicamente: la fe y la ciencia, la mística y la medicina, todas de
acuerdo para auxiliar la persona entera del enfermo: cuerpo y alma.
Desde 1959, periódicos y semanarios empezaron a publicar reportajes contra
la Casa Alivio del sufrimiento. Algunas oficinas de la Curia Romana
condujeron investigaciones, le quitaron la administración del hospital y sus
grupos de
oración fueron dejados en el abandono. A los fieles se les recomendó no
asistir a sus misas ni confesarse con él. Pero las características que este
hombre tenía, impidieron que estas recomendaciones fueran cumplidas.
El 20 de septiembre de 1968 el Padre Pío cumplió 50 años de haber recibido
los supuestos estigmas de Jesús, celebrando una misa multitudinaria.
Alrededor del altar hubo 50 grandes macetas con rosas rojas para sus 50 años
de sangre.
A los dos días
muere el Padre Pío, el 22 de septiembre de 1968. Su funeral fue tan
multitudinario que se tuvo que esperar cuatro días para que la multitud de
personas pasara a despedirse. Se calculan más de 100.000 participantes en el
entierro.
Tras su muerte
Al morir desaparecieron los estigmas que padeció durante gran parte de su
vida a los que se atribuyen, un origen místico y
sobrenatural.
Se le atribuyen numerosas sanaciones y conversiones concedidas por la
intercesión del Padre Pío y otros milagros han sido reportados al Vaticano.
El Padre Pío fue beatificado el 2 de mayo de 1999 y el 16 de junio del 2002,
Juan Pablo II lo canonizó bajo el nombre de
San Pío de Pietrelcina.
Dones del Padre Pío
Los dones del sacerdote italiano fueron, según sus creyentes:
Discernimiento extraordinario: capacidad de leer las conciencias, don que
utilizó frecuentemente durante el ministerio del sacramento de la
Penitencia.
Profecía: pudo anunciar eventos del futuro, incluida la llegada al papado de
Pablo VI y de Juan Pablo II.
Curación: curas milagrosas por el poder de la oración.
Bilocación: estar en dos lugares al mismo tiempo.
Perfume: la sangre de sus estigmas tenían fragancia de flores.
Lágrimas: comprendía los misterios del
Rosario hasta las lágrimas.
Estigmas: recibió los estigmas el 20 de septiembre de 1918 y los llevó hasta
su muerte 50 años después. Los médicos que observaron los estigmas del Padre
Pío no pudieron hacer cicatrizar sus llagas ni dar explicación de ellas.
Calcularon que perdía una copa de sangre diaria, pero sus llagas nunca se
infectaron.
"Esta mañana la Señorita Amelia Z., ciega nata, de 27 años, ha venido desde
la provincia de Vicenza y ha recibido la vista. Después de su confesión ella
le ha preguntado al Padre Pío por su vista. El Padre le ha contestado: "Ten
fe y ruega mucho". En el mismo instante la joven vio al Padre Pío: el
rostro, la mano que bendijo, los medios guantes que escondían los estigmas.
La vista fue rápidamente aumentando, hasta que la joven ya veía bien de
cerca. Le dijeron al Padre Pío acerca del milagro y él dijo: "Demos gracias
a Dios."
Luego la joven le preguntó al padre Pío si tendría la vista completa y
contestó: “poco a poco vendrá todo."
Pensamientos de Pío de
Pietrelcina
"Sólo soy un humilde fraile que ora..."
"Quédate conmigo, Señor..."
"Reza, ten fe y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es
misericordioso y escuchará tu oración... La oración es la mejor arma que
tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a
Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en
algunas ocasiones debes hablarle sólo con el corazón..."
"Dulce es la mano de la Iglesia también cuando golpea, porque es la mano de
una madre".
"Haré más desde el Cielo, de lo que puedo hacer aquí en la Tierra".
Oración
Bienaventurado
Padre Pío, testigo de fe y de amor. Admiramos tu vida como fraile
Capuchino, como sacerdote y como testigo fiel de Cristo. El dolor marcó tu
vida y te llamamos "Un crucificado sin Cruz". El amor te llevó a preocuparte
por los enfermos, a atraer a los pecadores, a vivir profundamente el
misterio de la Eucaristía y del perdón. Fuiste un poderoso intercesor ante
Dios en tu vida, y sigues ahora en el cielo haciendo bien e intercediendo
por nosotros. Queremos contar con tu ayuda. Ruega por nosotros. Lo pedimos
por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Fuente
ORACIÓN A SAN
PÍO DE PIETRELCINA
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