Concepto de Gualicho
Es un ser que representa la
personificación de la todas las causas que producen los males y las
desgracias que sufren estos pueblos; es decir la representación de la causa
maléfica universal. Debido a esta característica, al Gualicho se le suele
asociar o asimilar impropiamente con el Wekufe o ("uecuvu"); que aunque
también tiene esta característica similar, realmente no son sinónimos.
Posteriormente a la llegada de los españoles a
América, al igual que con el Wekufe, los misioneros asociarían
incorrectamente al Gualicho con el diablo, o a una fuerza del mal o
diabólica; razón por la cual el diablo recibe también este nombre.
En la actualidad la palabra gualicho también ha adquirido el significado de
un embrujo o hechizo realizado a través la
magia negra o similar.
El concepto de "gualicho"
entre la población no mapuche
En el Cono Sur se encuentra muy difundida la palabra "gualicho" fuera de la
etnia mapuche, entre la población en
general, aunque en tal caso, y con nuevo contexto, "gualicho" pierde su
significado mítico y pasa de ser considerado como una especie de
personalidad a ser considerado como un hecho o acto prácticamente
equiparable al de la palabra maleficio; acción que se denomina "hacer un
gualicho" o "engualichar". Sufriendo esta palabra un proceso de
resemantización semejante al que sufre la palabra de origen guaraní "payé",
de modo que entre gran parte de los actuales habitantes de la
región las palabras gualicho, payé e incluso ( más recientemente ) "macumba"
pasan a ser casi sinónimas con el significado de "embrujo", maleficio. Por
ello también se utiliza esta palabra en lenguaje popular para nombrar
ciertos pócimas o hierbas que suelen usarse para
enamorar.
Origen de su leyenda
Se postula que al parecer, el Gualicho habría sido introducido a la
cultura tehuelche por el contacto con Pampas y Mapuches, de donde se
cree que proviene su denominación; esto ya que la palabra Gualicho
evidentemente no es propia de los Tehuelches, sino que es de origen Mapuche.
Sin embargo igualmente se dice que tendría algunos elementos propios de las
creencias Tehuelches, por lo cual su origen podría provenir de este pueblo,
o bien como una contrapartida de la
cultura Tehuelche que habría dejado su impronta en los mapuche que
influyeron en la región austral del continente sudamericano; siendo una
creación que podría haber surgido a partir de un dios de los
Tehuelches septentrionales, que pasó a convertirse de una deidad
equidistante “castigadora” y posteriormente con una característica
“infernal” producto de la influencia de la religión cristiana.
Actualmente la leyenda del Gualicho está vigente en los habitantes de la
región sur del territorio austral, principalmente la
zona argentina que sufrió el proceso de araucanización.
Leyenda
Según cuenta la leyenda, el Gualicho sería un espíritu maligno que se
caracteriza por provocar daños y enfermedades. Los viejos tehuelches
septentrionales ( los guenakenk ) decían que el Gualicho habría nacido en
las
tierras de Tandil. Desde este lugar el Gualicho habría extendido su
dominio por la Patagonia, habitando en las cuevas existentes en el
accidentado terreno le servía de morada.
Se dice que es un espíritu fuerte, y nada escapa a su aguda
vigilancia ni a su gran poder; presentando una malignidad que tiene
matices que van de la más cruel maldad destructora, o hasta solo la traviesa
picardía, utilizando los sentimientos de las personas. Por ello el Gualicho
podría presentarse bajo
distintos aspectos, ya sea en forma agresiva, engañosa o a través del
amor. Agresiva, por ejemplo, cuando se produce una disputa violenta en lo
mejor de una fiesta, sin motivo aparente, generalmente impulsada por efectos
del alcohol o al recordar de pronto alguna vieja y al parecer olvidada
rencilla que ya se creía superada. Engañosa, cuando se cae en una trampa
natural: una
barranca, un río, un pantano, una herida provocada por descuido, una
espina que se encona, etc., pero el más difícil de superar es el
engualichamiento del amor y este mal es provocado casi siempre a pedido de
alguien.
Protección
Si uno no quiere sufrir el poder del Gualicho se dice que se le debe rendir
tributos para aplacar su espíritu. Ejemplo de ello es que en los
caminos donde transitaría el Gualicho, deben ser transitados con respeto
y silencio; y al borde, de la senda, en el "árbol del Gualicho", se debe
ofrendan trapitos y bolsitas con llancas (piedras pequeñas) que obtienen
rasgando los propios vestidos, matras y ponchos. Igualmente se le debe
mantener respeto mediante acciones tales como no cantar durante la noche, no
usar sombrero dentro del rancho etc.
También se dice que para ahuyentar o mantener alejado a este espíritu, se
debe montan a caballo con todos sus pertrechos, arremetiendo contra el este
espíritu invisible; realizando gritos y movimientos amenazantes, hasta que
que el jinete sienta que lo ha vencido. Otra forma de mantenerlo alejado
sería llevando como protección algún amuleto fabricado por las machis.
El árbol del Gualicho
En cuanto al "Árbol del Gualicho" se conocen en realidad varios, por lo
general se trata de ejemplares corpulentos y aislados en medio de las
travesías, pampas y estepas; Charles Darwin hace mención de uno que se
hallaba en una loma situada en la orilla sur del río Negro, tal árbol
aparece señalado en el atlas de
Argentina realizado por Mariano Paz Soldán y editado en 1888 siendo sus
coordenadas aproximadas: 40°30′S 63°45′O, se hace mención de otro de estos
árboles al norte de Bahía Blanca en las proximidades de Napostá.
Es por ello que en la provincia argentina de Río Negro, a poca distancia al
sur del primero de los recién mencionados árboles del Gualicho se encuentra
una extensa depresión bajo el nivel del océano llamada
Gran Bajo del Gualicho, y el fondo de esta extremadamente árida región
está ocupado por la gran Salina del Gualicho que posee su centro hacia las
coordenadas: 40°23′S 65°16′O. Fuente
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