Las diferentes versiones
de la leyenda en los países hispanoamericanos
México
Según la tradición mexicana, la leyenda de la Llorona nace donde hoy se
encuentra la Ciudad de México.
La leyenda dice que existió una mujer indígena que tenía un romance con un
caballero español. Fruto de esta pasión, nacieron tres niños, que la
madre atendía siempre en forma devota. Cuando la joven comienza a pedir que
la relación sea formalizada, el caballero la esquivaba, quizás por temor al
que dirán. Dicho y hecho, un tiempo después, el hombre dejó a la joven y se
casó con una dama española de alta sociedad. Cuando la mujer se enteró,
dolida y totalmente desesperada, asesinó a sus
tres hijos ahogándolos en un río. Luego se suicida por que claro, no
soporta la culpa. Desde ese día, se escucha el lamento lleno de dolor de la
joven en el río donde esto ocurrió. Luego de que México fuera establecido,
comenzó un toque de queda a las once de la noche y nadie podía salir. Es
desde entonces que dicen escuchar un lamento cerca de la
plaza mayor, y que al ver por las ventanas para ver quien llamaba a sus
hijos de forma desesperada, veían una mujer vestida enteramente de blanco,
delgada y que se esfumaba en el lago de Texcoco.
Chile
En Chile la leyenda de la Llorona también es importante. Al igual que la
Calchona, la viuda
Encontramos algunas versiones muy semejantes a la leyenda mexicana y otras
peculiares del folklore chileno. En cualquier caso, se trata siempre del
espectro de una mujer que emite un gemido lastimero mientras busca a sus
hijos.
La Pucullén
En la versión distintiva de la tradición chilena, la Llorona se
llama la Pucullén. Se dice que llora eternamente porque le quitaron a su
hijo de sus brazos a muy corta edad. Es una presencia fantasmal vestida de
blanco, a la que sólo puede ver la gente que está cercana a la muerte,
algunas personas con habilidades especiales (como las Machis o los Calcus) y
los animales que tienen los sentidos más agudos, entre ellos los perros, que
lanzan lastimeros aullidos cuando perciben su presencia.
La Pucullén es una guía de los muertos, que indica con sus pasos y llantos
el camino que debe recorrer el muerto para dirigirse desde su morada
terrenal hacia el más allá. Se dice que llora como plañidera por todos los
familiares del difunto, para que todos ellos se consuelen pronto de la
pérdida; además, evita que el espíritu del muerto decida acudir a penarlos,
disconforme con las pocas lágrimas y manifestaciones de pesar de sus
parientes. Algunos cuentan que si uno se frota los ojos con lágrimas de
perro, podrá verla; pero si el corazón del que observa no es firme, la
imagen será espantosa.
Con sus abundantes lágrimas, que forman un charco cristalino, la Pucullén
señala el sitio preciso en el campo santo donde debe abrirse la
fosa para depositar el féretro. Se dice que si esto sucede, debe
utilizarse toda la tierra necesaria para cubrir por completo el féretro,
pues en caso contrario antes de un año morirá un familiar del difunto. Como
castigo por el descuido que la llevó a perder a sus hijos, roba los hijos de
otras madres, confundiéndolos con los suyos.
La Llorona del puente
Lingue
Según otra versión, los hechos sucedieron en el puente Lingue, en Litueche.
Era un día de lluvia torrencial y el puente tenía mucha corriente, siendo
muy peligrosa. Un señor que observaba lo que pasaba vio a una mujer con un
bebé en los brazos. Ella, muy afligida por la lluvia, se apoyó en el
palo del puente, gritó y gritó, confundiéndose sus gritos con los llantos
del niño. Después, el bebe desapareció entre las aguas y la mujer se lanzó
al agua, donde murió ahogada sin llegar a encontrar a su bebé. Desde
entonces, cada vez que llueve se escucha llorar de forma inconsolable a la
mujer. Sólo cuando encuentre a su hijo cesará su llanto.
La Llorona y el Diablo
En Valparaíso se dice que la Llorona fue una mujer que se casó con el
Diablo. Esta mujer se enamoró de él pensando que era un hombre bueno, sin
saber quién era en realidad. Un día, el Diablo llegó más temprano de lo
normal a su casa y la mujer aún no tenía preparada la comida. Salió a
comprar para cocinar, pero el Diablo no aguantó más y se comió a sus hijos.
Cuando volvió la mujer,
desconsolada lloraba por sus hijos todas las noches. Un día, el Diablo
se cansó de sus llantos continuos. La amarró a la cama con unas cadenas y le
enterró una estaca en el corazón. Desde ese momento, la Llorona recorre las
calles de toda la región arrastrando sus cadenas y llorando por sus hijos
perdidos.
Argentina
En este país se dice que la Llorona es una mujer que mató a sus hijos, ella
se suicidó por que escuchaba los gritos de sus hijos, entonces luego de
matarse, el espíritu de ella sigue rondando, y ella se echa la culpa de
haber matado a sus
hijos. En la ciudad de Marcos Juárez provincia de Córdoba, se solian
escuchar llantos que se decian provenir de la llorona resultando ser que
venian de algunos graciosos que usando grabadoras y otras herramientas
tecnológicas, uso de voz propia para asustar a los vecinos de la ciudad. No
solo ocurrió en Marcos Juárez sino que también en los pueblos aledaños como
Leones.
Ecuador
En Ecuador ésta es una leyenda muy conocida, junto a la leyenda de la dama
tapada. La Llorona era una mujer cuyo esposo la abandonó junto a su
bebé. Ella enloqueció y ahogó al bebé en el río, pero después se
arrepintió y se echó al agua a buscarlo. Cuando lo encontró, ya estaba
muerto y sin uno de sus dedos, el meñique. Entonces la Llorona se suicidó y
desde entonces su alma en pena vaga, cortando el dedo
meñique de quien se le aparezca. Sin embargo, también existe la versión
más conocida, en la que ahoga a su bebé y ahora llora buscándolo sin
descanso. Estas historias son muy creídas por los campesinos.
Colombia
Junto a la Patasola y la Tunda, La llorona también es una leyenda muy
conocida en Colombia. Según la versión de la leyenda en la tradición
colombiana, la Llorona es un espectro errante que recorre los valles y
montañas, cerca de los ríos y lagunas, vestida con una bata variopinta que
la cubre hasta los talones. Tiene el cabello largo y rizado, de color
plateado, negro y dorado, y en él se posan
grillos, luciérnagas, cocuyos y mariposas. Su rostro es una calavera
aterradora, y en las cuencas de sus ojos giran dos bolas incandescentes. De
su nariz cuelga un cordón umbilical y con sus enormes dientes muerde el
tallo de una rosa roja. Las mangas de la batola le llegan hasta sus muñecas
y con sus manos grandes, huesudas y ensangrentadas, arrulla a un feto
muerto.
Al gemir, la Llorona derrama lágrimas de sangre sobre la mortaja azul de la
criatura, que conserva una expresión angelical y con sus ojos parece acusar
a la madre que le quitó la vida. Sobre la cabeza de la llorona está parado
un cuervo, pájaro asociado a los muertos, la desgracia y el infortunio, y de
sus huesos emergen
larvas, gusanos, cucarachas y ratas.
Costa Rica
La Llorona es el personaje legendario más famoso de Costa Rica, junto con el
Cadejos y la Cegua. Era una muchacha indígena muy hermosa. Cuando la
conquista española, ella se enamoró de un español y él se enamoró de ella.
Se veían a
escondidas en lo alto de una cascada, para que el padre de ella no se
diera cuenta. Ella quedó embarazada y cuando su padre se dio cuenta retó al
español a un duelo por haber deshonrado a su hija. El español murió en ese
duelo . Cuando el niño nació el indio lo cogió y lo tiró por la cascada.
Cuando la muchacha buscó a su hijo; él la
maldijo; la condenó a vagar por las orillas de los ríos buscando a su
hijo perdido. Y desde entonces, siempre hay quien oye un leve lamento por
las orillas de los ríos y dice: Es la Llorona que busca a su hijo y cumple
la maldición de su padre.
El Salvador
En El Salvador, junto con La Siguanaba y La Descarnada, la Llorona es el
personaje legendario más conocido de este país. Los ancianos cuentan a
menudo su historia. Se dice que vaga por las calles de pueblos rurales
llorando por sus hijos y, tras entrar en la iglesia local, desaparece.
Afirman que el alma de quien la mire y la siga vagará durante toda la
Eternidad. La llorona es un
personaje que en un pueblo al entrar por la calle principal da su primer
grito y comienza a llorar pero lo curioso es que busca el camino que lleva
al cementerio de la comunidad y las personas que la escuchan comienzan a
sentir escalofrios en sus cuerpos y no pueden darle la
espalda porque si lo hacen la tendrán a su lado y al darse la vuelta
terminan viendo como esta se lleva el alma de un niño que es un familiar
cercano y querido.
Guatemala
En la versión guatemalteca, la Llorona es una mujer llamada María, condenada
a repetir hasta el fin de los tiempos su grito («¡Ay, mis hijos!»). En
efecto, mientras su esposo estaba fuera, María tuvo amores con un mozo
que llegó a revisar un problema en su casa y la dejó embarazada. Angustiada,
ahogó a su hijo, Juan de la Cruz, en el río (o, según otras versiones, a sus
dos hijos).
La Llorona es bien conocida en toda Guatemala. Según la tradición, pasea por
las calles solitarias y frecuenta los lugares donde hay agua, como piletas,
ríos, fuentes o tanques. Sus lastimeros gritos asustan al más valiente y
paralizan al pavoroso. Muchos dicen haberla visto y escuchado. Se cuenta que
cuando se la escucha cerca, en realidad está muy lejos, y viceversa. Se dice
que no puede ganarse a una persona (es decir, quitarle la vida) si ésta usa
la ropa interior al revés, se le presenta a los hombres pensativo en una
mujer para engañarlos, se dice que si se le habla ella les quitara la vida,
y que un hombre acechado por la Llorona se salvará si una mujer le toma de
la mano, pues el espectro sólo ataca a personas solitarias. También se
cuenta que si uno escucha el grito debe tratar de moverse y no quedarse
congelado por el pavor. La persona tiene que huir antes de escuchar el
tercer grito, o la Llorona se la ganará. Para evitar encontrarse con ella, o
ahuyentarla, hará bien en rezar al santo de su devoción o repetir las
oraciones tradicionales católicas.
Unos imaginan a la Llorona como una mujer vestida de luto riguroso; otro la
ven vestida de blanco. También se dice que el
pelo suele taparle la cara. otro aspecto propio del espectro según otra
leyendas guatemaltecas es que su grito viene acompañado de un viento frío
que hiela la sangre.
Otros dicen que si ves los ojos de la llorona esta te quita la vida.
Honduras
La Llorona y la Sucia son personajes bien conocidos en las leyendas
hondureñas. Se cuentan muchas versiones de su
historia. Generalmente, se la sitúa junto a los ríos,a las 12:00 de la
noche, vestida de blanco, gritando: ¡Ay mis Hiiijoooooos!. La tradición oral
es muy famosa, en las áreas rurales la personas están convencidas de su
existencia. Generalmente, sólo le aparece a los hombres que dicen ser
valientes.
Panamá
La leyenda de la Llorona es el cuento folklórico más popular de Panamá. Su
llanto suele escucharse siempre de noche, y casi siempre en las comunidades
cerca de los ríos o playas.
En este país centroamericano esta
leyenda se fusionó o influenció dos leyendas: la Tulivieja, muy popular
en las provincias centrales, y la Tepesa, oriunda de las comarcas indígenas
y muy popular en las tierras de las provincias de Los Santos, Veraguas y
Chiriquí.
La Tulivieja
Según la tradición, la Tulivieja era una hermosa y joven mujer casada que
tenía fama de ser muy parrandera, en una ocasión había un baile en un pueblo
vecino y ella porsupuesto no se lo quería perder, la mamá se negó esa noche
de cuidarle al bebé ya que ya estaba cansada de hacerlo mientras ella se iba
siempre de parranda. Esa noche por querer ir al baile de todas maneras dejó
al bebé junto a su tule cerca de un río, con la intención de recogerlo
después del baile. Sin embargo,cuando regresó al río a buscar a su
hijo no lo encontró y comenzó a llorar, el río se lo había llevado
corriente abajo. Arrepentida por el grave error que había cometido comenzó
deseperada a buscarlo. Dios viendo lo que pasaba la castigó por su
irresponsabilidad y la transformó en un ser horripilante con agujeros en su
cara y cabellos largos hasta los pies. Sus pies se le viraron y se
transformaron en patas de gallina. Desde entonces, anda vagando por la
eternidad buscando a ese hijo perdido.
La Tepesa
En cuanto a la Tepesa, su historia se remonta a la
conquista, cuando un español enamoró a una hermosa joven indígena de la
comarca Ngöbe Bugle y la dejó embarazada. Para que nadie en su tribu se
percatara de su falta, la joven escapó hacia lo más profundo de las
montañas, y cuando nació su hijo, lo ahogó en un río. Al ver el crimen, Dios
le habló desde lo alto y la maldijo: "Ese pecado te pesa y te pesará hasta
la eternidad, y desde ahora llorarás para pagar tu culpa". La Tepesa quedó
transformada así en un ser espantoso que, al igual que la Tulivieja, anda
vagando por los ríos y quebradas llorando, arrepentida de su pecado.
Uruguay
En Uruguay la leyenda de la Llorona es muy popular. Corren numerosas
versiones, como éstas:
La Llorona del Parque Rivera
Una tarde de otoño, hace muchos años, una joven
mujer decidió salir a pasear por el Parque Rivera. Aunque soplaba un
viento frío y cortante que hacía gemir a los árboles y sumía al parque en la
más absoluta soledad, la chica, madre soltera a punto de casarse, salió a
dar un paseo con su bebé y se aventuró por el parque, por entonces más
agreste que ahora y embarrado por las recientes lluvias. Se la vio bordear
el lago con su niño, mientras el viento arreciaba con fuerza, hasta
desaparecer de la vista. La futura novia no regresó. Al día siguiente
hallaron su cuerpo inerte en el lago del parque, sin rastros del paradero
del pequeño. Cuenta la historia que desde entonces, en las noches brumosas y
tristes del otoño, puede verse a una joven vestida de novia en los
alrededores del lago. Camina sola y llora desconsoladamente, mientras clama
por un bebé que perdió hace mucho tiempo.
La Llorona y los ladrones
Hace mucho tiempo, en los inicios del mismo
Parque Rivera, vivía una pareja en una casa contigua al lugar. Un
miércoles 9, mientras la pareja se hallaba fuera, unos ladrones irrumpieron
en la casa. El esposo llegó antes de que terminaran su faena y los
sorprendió in fraganti: desesperados, los delincuentes le quitaron la vida
con un cuchillo. Cuando intentaban esconder el cuerpo, sintieron ruido: era
la mujer, que, vestida de blanco, llegaba a la casa. Se escondieron detrás
de una puerta y observaron cómo la joven, aterrada, descubría el cuerpo de
su marido. Mientras la mujer lloraba desconsoladamente sobre él, los
ladrones, decididos a todo, llegaron por detrás y la mataron de igual
manera. Para ocultar las huellas, los delincuentes arrojaron los dos cuerpos
a la laguna del parque. Desde entonces, los vecinos de la zona comentan que
el día 9 de cada mes se oyen extraños llantos y quejidos que provienen de la
laguna, en el lugar donde los cuerpos de los infortunados amantes fueron
arrojados.
La bufanda de la Llorona
Un hombre fue a un boliche y se encontró con una hermosa mujer. Estuvieron
juntos y él decidió llevarla a su casa. Como ella tenía mucho frío, él le
prestó su bufanda. Al otro día, cuando él fue a buscar su bufanda, al tocar
la puerta salió una señora mayor. Le preguntó qué quería y él dijo que venía
a ver a la chica. La mujer, llorando, dijo que su hija había muerto hace 20
años a orillas de un río y que su
cuerpo enterrado se encontraba en el Cementerio del Norte. Rápidamente
él fue allí y buscó la tumba de la joven. Encontró la bufanda enroscada en
la cruz. Preguntó por todos lados si conocían a la chica y todos decían que
era la Llorona. Quiso saber por qué la llamaban así y averiguó que la chica
se suicidó al ver a su esposo muerto en el río y desde entonces se escuchan
día a día en su tumba fuertes llantos.
Venezuela
En Venezuela también se conoce la leyenda de la Llorona, que circula en
prosa y en forma de corrido (canción narrativa). La
Sayona es otro personaje similar, pero sólo se aparece a los hombres
parranderos, que gustan de estar de fiesta en fiesta.
Cuenta la leyenda que la Llorona es el alma en pena de una mujer muy
jovencita que tuvo amores con un soldado. De esos amores quedó embarazada de
una niña, a la cual dio a luz. El soldado la abandonó y ella, como no tenía
idea de cómo criar a un infante, desesperada por el llanto de la niña, la
mató con sus propias manos. Cuando la joven vio lo que había hecho, comenzó
a
llorar y a gritar fuertemente, lo que atrajo a los vecinos y familiares.
Al ver lo sucedido, la maldijeron. Ella salió corriendo hacia el llano y se
convirtió en espanto. Siempre está llorando, y cuando entra a los poblados
dicen que llama a su hija. Se sabe que roba niños que están solos, ya sea en
sus casas o en las orillas de ríos o quebradas. Por lo general, se la oye
llorar en tiempos de
Semana Santa.
Según otras versiones, la Llorona fue una muchacha joven que vivía en un
pequeño pueblo de los llanos venezolanos. Esta muchacha cada vez que daba a
luz a un hijo lo mataba sin piedad. Le confesó todo al
sacerdote que vivía en su pueblo, añadiendo que no sentía ningún
remordimiento por lo que había hecho. El cura notó que estaba embarazada de
nuevo y le dijo a la muchacha que cuando tuviera a su hijo le diera de mamar
antes de matarlo, y así lo hizo; tras darle leche materna lo mató, pero se
activó su instinto maternal, haciéndole sentir una gran culpabilidad. Desde
entonces, vaga por los
campos llorando de dolor, buscando a sus hijos y asustando a todo el que
se le atraviesa en su camino.
Se la representa como una mujer joven, con una larga cabellera morena y la
piel blanca. Lleva una bata blanca larga y encima otra bata de color negra
con capucha, y suele portar un bebé en los brazos. Llora y grita diciendo
"¡Mi hijo, mi hijo!".
A veces, las madres castigan y asustan a sus hijos diciéndoles que si las
desobedecen, la Llorona vendrá a buscarlos y asustarlos por las noches.
La diferencia entre la Llorona y la Sayona es que esta última normalmente
sólo se viste de blanco, tiene ojos rojos y colmillos que parecen de león.
Asusta, mata o vuelve locos a los hombres que son o fueron infieles, no a
todas las personas o niños, como hace la Llorona, se dice que tenía un
frasco de agua de río y otro de
sangre pura de niños, se ponía la sangre en los ojos y hacia que cada
persona se le acercara y lo ataba a ella, lloraba por que su marido estaba
con otra mujer y por eso decidió matar a sus hijos ahogándolos en el mismo
río de donde sacaba el agua, su alma ronda en ese río diciendo: ¡mis hijos,
devuélvanme mis hijos!
Su
presencia y representación en la cultura contemporánea
En la televisión
La presencia de la Llorona, o mejor dicho, de una mujer sonámbula a la que
confunden con el espectro es común en los programas de televisión de Roberto
Gómez Bolaños, Chespirito.
Así, en los cortos del Chavo del Ocho es común que el Chavo, Quico, la Popis
o la Chilindrina confundan a Doña Florinda o a Doña Clotilde, sonámbulas,
con la protagonista de la más famosa leyenda de su país. En los cortos de
Los Caquitos sucede lo mismo con el personaje de Doña Nachita. También en
Los Chifladitos, Lucas Tañeda y Chaparrón Bonaparte confundieron una vez a
la bella vecina Florinda Meza, que andaba sonámbula, con la Llorona.
En Costa Rica, con motivo de la instauración del 31 de octubre como el Día
de las Mascaradas, la compañía de televisión de Costa Rica presentó una
mini-serie con las leyendas más conocidas de esa nación, donde se incluyó,
por supuesto, a la Llorona.
En Venezuela, el canal Rctv produjo dos historias de Humberto Kico Olivieri,
acerca de La Llorona y La Sayona. Con toques de humor negro, relataban las
aventuras de dos camioneros enamoradizos y parranderos que contactaban con
los dos
personajes de la leyenda, dos hermosas y misteriosas mujeres, al tiempo
que se veían involucrados, sin saberlo, en una trama de tráfico de drogas.
Las dos versiones planteaban los enfrentamientos entre la religión cristiana
y una absurda religión popular, cuyo personaje central era una entidad
alucinante, un tal Chalu, al que un brujo borracho invocaba para acrecentar
su popularidad entre los lugareños frente a la del cura del pueblo.
En Estados Unidos, en el episodio piloto de la exitosa serie de televisión
Sobrenatural de WB Network, los hermanos Winchester se enfrentan a "La
Llorona". Durante el episodio comentan que en muchos países existe el
mismo personaje, con una historia parecida: "Una mujer que llora y grita,
por haber matado a sus hijos".
En el cine
Hay numerosas películas inspiradas en el personaje. Entre ellas, las
siguientes:
La Llorona (1933)
La herencia de la Llorona (1947)
La Llorona (1960)
La maldición de la Llorona (1961), titulada en inglés The Curse of the
Crying Woman
La venganza de la Llorona (1974), también llamada El luchador, el pugilista
y el fantasma
La Llorona (2004)
Kilómetro 31 (2005)
Haunted from Within (2005)
The Wailer (2006) y su secuela The Wailer 2 (2007)
J-ok'el (2007)
The Cry (2007)
La Leyenda de la llorona (2011)
El filme Kilómetro 31 de Rigoberto Castañeda ofrece una versión moderna de
la leyenda de la Llorona. Según la película, la Llorona era "una joven de
belleza imponente", que vivía en un pueblo cercano a la
Ciudad de México. Un militar español la enamoró, y con ella procreó los
hijos que su esposa (al parecer peninsular, como él) no podía darle; la
muchacha no lo sabía, y cuando se enteró, llena de despecho se lanzó al Río
Mixcoac junto con su hijo. Se ahogaron ahí mismo, y ahí quedó el cuerpo de
la madre. El cuerpo del niño, en cambio, fue arrastrado por el río hasta
llegar a "Desierto de los Leones", donde aún aparece, causando accidentes a
mujeres jóvenes, buscando a su madre. Ésta también lo busca, por eso grita
por las noches "¿Dónde está mi hijo?", acompañado de muchas mujeres que
también han sido catalogadas como
Lloronas, principalmente madres ahogadas (por ejemplo, la madre de las
protagonistas de la película, que se ahogó en una bañera)
En la música
En la música folklórica del estado de
Oaxaca hay una canción llamada "La Llorona". En la letra, que varía de
intérprete a intérprete y de región a región, predominan las referencias a
la melancolía y el amor, temas característicos de la leyenda.
Artistas y grupos musicales como Joan Baez, Eugenia León, Chavela Vargas,
Lila Downs, Banda Bostik, Susana Harp, Voodoo Glow Skulls y Caifanes han
cantado a la Llorona.
La cantante mexicano-canadiense Lhasa de Sela grabó en 1998 un disco de
música mexicana llamado La Llorona.
El grupo español Mägo de Oz incluyó una melodía instrumental llamada "La
leyenda de la Llorona" en su álbum Gaia.
El cantante estadounidense "Beirut" escribe una canción en su honor titulada
"La Llorona" en su álbum "The Marche of the Zapotec" (La Marcha del
Zapoteca)
Bibliografía específica de México
Álvarez, Rogelio (1998). Leyendas mexicanas. España: Everest.
Appendini, Guadalupe (1999). Leyendas de provincia. México: Porrúa. Col.
Sepan Cuantos 661.
Caballero, María del Socorro (1984). Narraciones tradicionales del Estado de
México. México: Edición de autor.
Caso, Alfonso (1983). El pueblo del sol. México: FCE-SEP. Lecturas Mexicanas
10.
Olavarrieta, Marcela (1990). Magia en los tuxtlas, Veracruz. México: INI/CNCA.
Col. Presencias.
Trejo, Marcia (2004). Guía de seres fantásticos del México Prehispánico.
México: Vila. ISBN 968-5414-24-6
Trejo, Marcia (2009). Fantasmario mexicano. México: Trillas. ISBN
978-17-0069-8
Valle Arizpe, Artemio (1978). Historia, tradiciones y leyendas de calles de
México. México: Diana.
Varios autores (1991). Una tradición de mi pueblo. Relatos guanajuatenses.
México: SECYR-Gobierno del Estado de Guanajuato-El Nacional de Guanajuato.
Weitlaner, Roberto (1977). Relatos, Mitos y Leyendas de la Chinantla.
México: Instituto Nacional Indigenista. Serie antropología social. Fuente
Comparte este articulo :
/
Compartir en Facebook
VER MAS SANTOS, SANTAS Y VÍRGENES AQUÍ
|