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Descubrimiento
Filomena, una joven mártir de la
Iglesia primitiva durmió en el olvido de la historia hasta el hallazgo
de sus restos mortales: en el año 1802, día de María Auxiliadora, mientras
se llevaban a cabo unas excavaciones constantes en las famosas catacumbas de
Santa Priscila, en la Vía Salaria de Roma, se encontró una
cripta sellada con tres losas de terracota que cerraban la entrada;
estaba rodeada de símbolos que aludían al martirio y a la virginidad de la
persona ahí enterrada; los símbolos eran: ancla, tres flechas, una palma y
una flor. Llevaban la inscripción: Lumena — Pax Te — Cum Fi al leer desde la
losa de enmedio segun la antigua tradicion de comenzar el epitafio desde
esta losa, se obtuvo el texto la forma correcta que se leería como: Paxte
Cum Filumena, que en latín quiere decir: "La
paz sea contigo, Filomena".
Al abrir la tumba descubrieron un
esqueleto que era de huesos pequeños y notaron a la vez, que el cuerpo
había sido traspasado por flechas. Al examinar los restos los cirujanos
atestiguaron la clase de heridas recibidas y los expertos coincidieron en
calcular que el cuerpo encontrado al abrir la tumba se trataba de una
joven chica de 12 ó 13 años, cerca de su cabeza tenía un jarrón roto que
contenía sangre seca, cosa que se hacía según la costumbre antigua de los
primeros cristianos al sepultar a los mártires; también, por el entusiasmo
que causaba en los primeros cristianos la valentía de los que morían por la
fe, acostumbraban a marcar la losa con el signo de la palma. Posteriormente
se colocó su cuerpo en una caja de ébano forrada en seda y se entregó a la
Iglesia, siendo el 10 de agosto de 1805 trasladados las reliquias a la
parroquia de D. Francesco en Mugnano, donde se encuentra su Santuario.
En su juventud, la devota de Santa Filomena, Pauline Jaricot, fue sanada
milagrosamente por Santa Filomena de su enfermedad al corazón, Pauline fundo
tres asociaciones católicas: la
Asociación del Rosario Viviente, la Sociedad para la Propagación de la
Fe y la Asociación de la Santa Niñez. Las tres están dedicadas a la memoria
de la Santita.
Historia
Una religiosa napolitana llamada Sor Luisa le pidió a Santa Filomena, a
través de una oración, que le revelase parte de su vida. Luego,
supuestamente recibió en sueños la información solicitada, que se resume en
el siguiente relato.
Filomena era la princesa de una ciudad estado localizada en la isla griega
de Corfú, hija única de reyes
cristianos que se bautizaron cuando Publio, su médico personal, les dijo
que Dios les podía ayudar a tener el hijo que tanto deseaban pero no podían
concebir. A los 13 años de edad, Filomena viajó a Roma con sus padres cuando
el emperador Diocleciano los hizo llamar para declararles la guerra
formalmente; sin embargo, impresionado con la belleza y elegancia de la
princesa, él les ofreció la paz si Filomena le era entregada como su
esposa. Los padres aceptaron, pero la hija rechazó el trato; no sólo
estaba furiosa por haber sido ofrecida como un trofeo a los romanos sin que
siquiera se le hubiera consultado, sino que ella había hecho un secreto voto
de virginidad años antes y pensaba cumplirlo a cualquier precio.
Tras muchos esfuerzos inútiles por convencer a Filomena de que se casara con
él y se convirtiera en su emperatriz, Diocleciano ejecutó a sus padres por
levantarse contra el Imperio Romano y la encarceló por más de un mes. Tras
37 días de prisión, Filomena fue sometida a diversas torturas (fue azotada,
luego lanzada al río Tiber con un ancla amarrada a su cuerpo, y asaetada al
menos dos veces), pero intervenciones divinas la salvaron una y otra vez de
morir. Finalmente, cuando parte del bajo pueblo romano empezó a ponerse de
su parte y protestó por su prisión, Filomena fue acusada de brujería y
decapitada.
Controversia arqueologica
En 1961, justo antes del Concilio Vaticano II, algunos santos cuya historia
terrenal no estaba suficientemente documentada (como
San Cristobal) fueron retirados del
calendario oficial. Algunos creen que este fue el caso de Santa Filomena,
pero la verdad es que ella nunca fue incluida en el martiriologo romano por
lo que nunca fue retirada del mismo. Se discuten los siguientes puntos:
Las losas que cubrian su tumba estaban en orden incorrecto, por lo cual en
lugar de paxte cum filumena se leía lumena paxte cum fi.
Algunos historiadores alegaron que ni estos signos ni el jarron hallado, son
prueba 100% fehaciente de martirio.
Que, a pesar de que el jarro contenía sangre seca, esto era común en los
ritos de sepultura cristianos de aquel tiempo y sólo se usaba en las
sepulturas de los mártires.
Aparte de los relatos de
Sor Luisa, que eran inverificables en la práctica, no había fehacientes
e pruebas históricas que ofrecieran evidencia de la vida terrena de
Filomena; que su historia involucraba a Diocleciano, uno de los más
controvertidos emperadores romanos, conocido por matar cristianos
arrojandolos al rio Tíber amarrándolos a un ancla y, según algunos, no
concordaba que no se hallase ninguna información sobre el incidente en las
actas históricas de ese tiempo, aunque la verdad es que no se documentaban
todas las muertes de los cristianos en manos de los romanos.
Se da un enorme error histórico al mencionar a Diocleciano o como el único
emperador romano de entonces, o el co-emperador o Augusto que estaba a cargo
de la parte occidente del Imperio. En realidad, la labor de Diocleciano se
concentraba en el territorio oriental del Imperio Romano de entonces,
mientras que Maximiano era quien gobernaba la ciudad de Roma y el occidente.
El día de Santa Filomena se conmemora oficialmente el dia 11 de Agosto, su
culto nunca ha sido prohibido de manera oficial, y se le puede venerar y
construir
altares. De hecho, existen muchas iglesias dedicadas a ella que siguen
llevando a cabo su culto de manera normal, y hay peticiones destinadas a
rehabilitarla por estas controversias.
Representación
En la iconografía católica se retrata a
Filomena como una chica de pelo largo, ondulado y oscuro, vestida con
una túnica larga generalmente blanca, azul o anaranjada, con hojas de palma
(símbolo de martirio), flechas o un ancla en las manos, y una corona real o
de flores en la cabeza. Fuente
ORACIÓN A SANTA
FILOMENA
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