Biografía
Nació en la aldea de Rocca-Porrena, 5 km al oeste del pueblo de Cascia
(provincia de Perugia, región de Umbría (Italia) en 1381 y falleció el 22 de
mayo de 1457.
Rita nació de padres mayores. A pesar de que quería ser monja, cuando tenía
18 años de edad sus padres la casaron con un hombre del pueblo llamado
Paolo Mancini. Su esposo le causó muchos sufrimientos, pero ella se
consolaba en la oración y le devolvió su crueldad con bondad, logrando su
conversión a Cristo con el paso de los años.
Tuvieron dos hijos mellizos, Jacopo y
Paolo. Un día Mancini —que trabajaba como sereno de la aldea de Rocca
Porena y tenía muchos enemigos por sus fechorías pasadas- fue emboscado y
asesinado. Una vez viuda, pero aliviada ya que había logrado que Paolo
muriera en paz, Rita pidió la admisión al convento agustiniano de Santa
María Magdalena (Orden de San Agustín), en Cascia (establecido en 1256).
Pero no fue aceptada (debido a que sólo se aceptaban vírgenes). Un año más
tarde (1417) también murieron sus dos hijos púberes. Fallecieron ambos al
mismo tiempo, de muerte natural. Rita los había preparado plenamente para
encontrarse con
Cristo. Con un amor heroico por sus almas, había suplicado a Jesucristo
que ambos adolescentes murieran, porque temía que estuvieran planeando
vengar el asesinato de su padre (la ley de la vendetta). Habrían cometido
así el
pecado capital de la venganza, lo que hubiera condenado sus almas
eternamente. Ambos se enfermaron y murieron, también pidiendo perdón a su
madre por todas los dolores que le habían causado.
Ya sin obligaciones familiares, Rita apareció una madrugada dentro del
monasterio (a pesar de las altas paredes y de los cerrojos),transportada por
los aires por el propio San Agustín —creador de la orden del monasterio—,
ayudado por san Juan Bautista y por san Nicolás de Tolentino. Tenía 36 años.
Ante ese milagro Rita fue aceptada y recibió los hábitos de monja, y más
tarde su profesión de fe.
En el
convento, Rita se entregó a la oración y a las más exacerbadas
penitencias.
Estigmatizada
En 1428, una madrugada Rita recibió de manos de Cristo una larga astilla de
madera clavada en el hueso de la frente. Se trataba de un estigma divino: la
marca de la corona de espinas que Jesucristo había exhibido en la
cruz. Le extrajeron la astilla y la guardaron como reliquia sagrada.
Pero cada madrugada el estigma se le volvía a abrir por sí mismo, hasta que
empezó a expeler un fuerte olor inmundo, que se mantuvo milagrosamente el
resto de su vida. Ella oraba: «Oh, amado Jesús, aumenta mi
FE Y
PACIENCIA en la medida que aumentan mis sufrimientos».
En 1453 Rita cayó en cama gravemente enferma. Desde ese momento, estando
siempre atendida por novicias, la herida de su frente gradualmente se cerró,
pero Rita pasó los últimos cuatro años de su vida con infecciones en la
sangre. ´
Las rosas de Rita
Uno de los símbolos de santa Rita es la rosa. En su vejez, ella contaba que
su marido le prohibía dar de comer a los pobres. Un día en que estaba
saliendo de su casa con un pan bajo sus ropas,
Mancini la confrontó y le quitó el vestido: pero el pan se había
convertido milagrosamente en rosas. Esta historia también se cuenta que le
sucedió a Santa Isabel de Hungría.
Al final de su vida, la visitó su prima de su aldea de
Rocca Porena. Le preguntó si quería algo y Rita le pidió que le llevara
una rosa del jardín del convento. En pleno invierno, la prima creyó que no
encontraría nada, pero cuál no sería su sorpresa al encontrar un pimpollo de
rosa. Se lo llevó a Rita. Esa rosa representaría el amor de Cristo hacia
Rita, y la capacidad de Rita de interceder por las causas imposibles.
Generalmente se la pinta sosteniendo rosas, o con rosas apoyadas en el piso
a sus pies. El día de su fiesta, el 22 de mayo, las iglesias de
Santa Rita o las regentadas por los Agustinos (Orden de San Agustín), en
todo el mundo, distribuyen rosas a los participantes devotos y durante la
misa el
sacerdote las bendice.
Las abejas de Santa Rita
Narra la leyenda que, inmediatamente después de ser
bautizada, abejas blancas entraban y salían de la boca de Rita sin
hacerle daño. No se duda de que este episodio de las abejas pertenece a la
primera tradición ritiana, pero no hay necesidad de recurrir al hecho como
un fenómeno sobrenatural. De todas maneras no podemos olvidar el gran
interés que manifestó el papa Urbano VIII quien además de llevarlas en su
escudo
pontifical, se preocupó en persona de estudiar el comportamiento de esta
especie de abejas que, al parecer, son únicas en el mundo. Aún hoy, en el
antiguo monasterio donde Rita vivió y murió como monja agustina, podemos
encontrar a las abejas "murarias", llamadas así porque habitan en los muros.
Aunque la devoción popular ha preferido llamarlas "abejas de Santa Rita" por
haberlas relacionado con aquellas misteriosas abejas que rodearon su cuna
pocos días después de su bautismo. Pero en Casia las "abejas de santa Rita"
no sólo viven en los muros del monasterio, sino que también junto a éste.
Así lo ha querido la Beata Teresa de Casia (Madre
Teresa Fasce) que en 1938 fundó la "colmena de Santa Rita", una obra
donde niños carenciados reciben ayuda para crecer fuertes, y emprender luego
el vuelo de la vida.
Según una tradición, desde que era bebé, mientras dormía en una cesta,
abejas blancas se agrupaban sobre su boca, depositando en ella la dulce miel
sin hacerle daño y sin que la niña llorara para alertar a sus padres. Uno de
los campesinos, viendo lo que ocurría trató de dispersar las abejas con su
brazo herido. Su brazo se sanó inmediatamente.
Después de 200 años de la muerte de Santa
Rita, algo extraño ocurrió en el monasterio de Cascia. Las abejas
blancas surgían de las paredes del monasterio durante Semana Santa de cada
año y permanecían hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de Mayo, cuando
retornaban a la inactividad hasta la
Semana Santa del próximo año. El Papa Urbano VIII, sabiendo lo de las
misteriosas abejas pidió que una de ellas le fuera llevada a Roma. Después
de un cuidadoso examen, le ató un hilo de seda y la dejó
libre. Esta se descubrió mas tarde en su nido en el monasterio de Cascia,
a 138 kilómetros de distancia. Los huecos en la pared, donde las abejas
tradicionalmente permanecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos
claramente por los peregrinos que llegan hoy al Monasterio.
Muerte
Murió en el
convento agustiniano el 22 de mayo de 1457 a la edad de 76 años. La
gente se agrupó en el convento para mostrar los últimos respetos a su
cadáver, que emitía una intensa fragancia dulce (como si hubiera sido
embalsamado). Su
cuerpo se conserva hasta la actualidad (aunque muy deshidratado).
Empezaron a correr rumores de que por intercesión de la monja, sucedían
curaciones milagrosas. Así la devoción hacia ella se extendió por toda
Italia.
Canonización
Fue beatificada por Urbano VIII en 1627, cuyo secretario privado
Fausto Cardinal Poli había nacido a 15 km de Roccaporena (el lugar de
nacimiento de Rita). El 24 de mayo de 1900 fue canonizada por el papa León
XIII. Su fiesta es el 22 de mayo.
Patronazgos
Santa Rita es patrona de:
las enfermedades
las heridas
los problemas maritales
las causas imposibles
las pérdidas
el abuso
las madres
A raíz de su
beatificación, a principios del siglo XX se construyó un gran santuario
de Santa Rita en Cascia. Éste, y una casa en Rocaporena construida en el
sitio donde se cree que estaba su casa natal, son los dos lugares de
peregrinación más activos de Umbría.
Santa Rita —junto con San Judas Tadeo— es la
patrona de las causas perdidas. En España se la llama la santa de los
imposibles. Fuente
ORACIÓN A SANTA
RITA DE CASIA
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