Esa tradición sitúa el
nacimiento de
Lorenzo de Roma en Huesca, en la Hispania Tarraconensis, aunque también
podría ser originario de Valencia, donde sus padres habrían residido un
corto espacio de tiempo, viniendo a nacer el santo en esta ciudad. Cuando en
257 Sixto fue nombrado
papa, Lorenzo fue ordenado diácono, y encargado de administrar los
bienes de la Iglesia y el cuidado de los pobres. Por esta labor, es
considerado uno de los primeros archivistas y tesoreros de la
Iglesia, y es el patrón de los bibliotecarios.
El emperador Valeriano proclamó un edicto de persecución el que prohibía el
culto
cristiano y las reuniones en los cementerios. Muchos
sacerdotes y obispos fueron condenados a muerte, mientras que los
cristianos que pertenecían a la nobleza o al senado eran privados de sus
bienes y enviados al exilio.
Víctimas de las persecuciones de Valeriano destacan los Papas San
Esteban I, degollado sobre la misma silla pontificia; y Sixto II decapitado
el 6 de agosto del 258. Obispos como Cipriano de Cartago, decapitado en el
Norte de África. Diáconos como Agapito, o el popular San Lorenzo: una
leyenda citada por
san Ambrosio de Milán dice que Lorenzo se encontró con Sixto en su
camino al martirio, y que le preguntó: «¿A dónde vas, querido padre, sin tu
hijo? ¿A dónde te apresuras, santo padre, sin tu diácono? Nunca antes
montaste el altar de sacrificios sin tu sirviente, ¿y ahora deseas hacerlo
sin mí?», a lo que el
papa profetizó: «En tres días tú me seguirás».
Lorenzo y el santo Grial
La leyenda dice que entre los tesoros de la Iglesia confiados a Lorenzo se
encontraba el Santo Grial (la copa usada por
Jesús y los Apóstoles en la Última Cena) y que consiguió enviarlo a
Huesca, junto a una carta y un inventario, donde fue escondido y olvidado
durante siglos. Los padres de Lorenzo, santos Orencio y Paciencia, sí serían
de Huesca, y habrían llegado a la ciudad de Valencia por motivo de las
persecuciones.
Según "la
vida de san Lorenzo", obra del monje Donato (siglo VI), el papa Sixto II
le entregó el santo caliz junto a otras reliquias, para que las pusiera a
salvo. En la cueva romana de Hepociana, Lorenzo acudió a una reunión de
cristianos presidida por el presbítero Justino. Allí halló a un condiscípulo
y compatriota hispano, llamado Precelio, originario de Hippo (la moderna
Toledo), en Carpetania, a quién entregó varias reliquias, entre ellas el
santo cáliz, con el encargo de que las llevara a la
familia que le quedaba en Huesca (sus padres vivían en Roma). Precelio
llevó las reliquias a los tíos y primos de Lorenzo en Huesca que las
escondieron, perdiéndose la pista, aunque algunas tradiciones afirman que el
santo cáliz fue depositado en la iglesia de san Pedro de la localidad,
de donde sería puesto a salvo por el obispo Acilso cuando huyó en 711 ante
el avance de los musulmanes, para esconderse en los Pirineos.
Las riquezas de la
Iglesia
Aprovechando el reciente asesinato del papa, el alcalde de Roma, que era un
pagano muy amigo de conseguir dinero, ordenó a Lorenzo que entregara las
riquezas de la Iglesia. Lorenzo entonces pidió tres días para poder
recolectarlas y en esos días fue invitando a todos los pobres, lisiados,
mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que
él ayudaba. Al tercer día, compareció ante el prefecto, y le presentó a éste
los pobres y enfermos que él mismo había congregado y le dijo que ésos eran
los verdaderos tesoros de la Iglesia. El prefecto entonces le dijo: «Osas
burlarte de Roma y del Emperador, y perecerás. Pero no creas que morirás en
un instante, lo harás lentamente y soportando el mayor dolor de tu vida».
Martirio de San Lorenzo
Lorenzo fue quemado vivo en una hoguera, concretamente en una parrilla,
cerca del Campo de verano, en
Roma. Se dice que en medio del martirio, exclamó: Assum est, inqüit,
versa et manduca (traducción aproximada: dadme la vuelta, que por este lado
ya estoy hecho). Su santo se celebra el 10 de agosto, día en el cual según
la tradición recibió martirio. Lorenzo fue enterrado en la Via Tiburtina, en
las catacumbas de Ciriaca, por Hipólito de Roma y el presbítero (sacerdote)
Justino. Se dice que
Constantino I el Grande mandó construir un pequeño oratorio en honor del
mártir, que se convirtió en punto de parada en los itinerarios de
peregrinación a las tumbas de los mártires romanos en el siglo VII.
Un siglo más tarde, el papa Dámaso I (366-384) reconstruyó la iglesia, hoy
en día conocida como Basilica di San Lorenzo fuori le Mura, mientras que la
iglesia de San Lorenzo in Panisperna se alza sobre el lugar de su martirio.
En el siglo XII, el papa Pascual II (1099-1118) dijo que la parrilla usada
en el martirio fue guardada en la iglesia de
San Lorenzo de Lucina.
Veneración
Lorenzo es uno de los santos más ampliamente venerados por la Iglesia
Católica Romana. Su martirio ocurrió muy temprano en la historia de la
Iglesia, por lo cual muchas otras tradiciones cristianas lo honran también.
El 10 de agosto el relicario que contiene su cabeza quemada es expuesto en
el
Vaticano para recibir
veneración. En la Comunidad de Madrid se encuentra el Monasterio de San
Lorenzo del Escorial, construido por Felipe II para conmemorar la victoria
de San Quintín el 10 de agosto de 1557, agradeciéndosela a la protección del
mártir San Lorenzo. Para ello, hizo construir el monasterio con forma de
parrilla, por haber sido el instrumento de su martirio. San Lorenzo aparece
en el Decamerón (de Giovanni Boccaccio) en el cuento 6. 10, donde un fraile
utiliza la veneración del santo para escapar de una situación embarazosa.
Huesca Las
Fiestas de San Lorenzo, están dedicadas al patrón de la ciudad, son
celebradas del día 9 - 15 de Agosto (el día 10 es el homenaje a la muerte de
San Lorenzo) Fuente
ORACIÓN A SAN
LORENZO
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