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SAN FRANCISCO JAVIER - ORACIONES, MILAGROS, DÍA DE CONMEMORACIÓN, PEDIDOS Y ESTAMPITA

Francisco de Jaso Azpilcueta Atondo y Aznáres de Javier, más conocido como Francisco de Javier o Francés de Jaso (* 7 de abril de 1506 –† 3 de diciembre de 1552) fue un religioso y misionero navarro de la Compañía de Jesús nacido en el Castillo de los Jaso (Javier, España) y fallecido en la isla de Sanchón (China). Fue canonizado por la Iglesia Católica con el nombre de San Francisco Javier.
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Francisco de Javier fue un relevante misionero jesuita, miembro del grupo precursor de la Compañía de Jesús y estrecho colaborador de su fundador, Ignacio de Loyola. Se destacó por sus misiones que se desarrollaron en el oriente asiático y en el Japón. Recibió el sobrenombre de Apóstol de las Indias.

Circunstancias históricas de su nacimiento

Francisco de Javier nació en 1506. Seis años después, en 1512 se produce la conquista de Navarra por las tropas castellano-aragonesas al mando del Fadrique Álvarez de Toledo, Duque de Alba, por orden de Fernando el Católico con el apoyo del noble beaumontés Luis de Beaumont. Éstos se habían enfrentado a los agramonteses en un largo conflicto civil que había finalizado a comienzos del siglo XVI. Tras la invasión se produjeron varias contraofensivas navarras hasta 1524, pero finalmente se consumaría la anexión por parte de Castilla de la Alta Navarra aunque manteniéndose como reino hasta el siglo XIX, mientras que la Baja Navarra, al norte de los Pirineos, se mantendría como reino independiente, y con el transcurrir del tiempo pasaría a formar parte de la corona francesa.

Francisco de Javier procedía de una relevante familia agramontesa. Su padre, Juan de Jaso, era Presidente del Real Consejo de Juan III de Albret, por lo que tras la invasión se exilió con su familia al Bearn, donde moriría poco después. El Castillo de Javier, como casi todo el resto de las fortalezas de Navarra, fue desmochado y su foso rellenado por orden del Cardenal Cisneros en 1516. Sus hermanos Miguel y Juan fueron destacados miembros de las tropas de los reyes de Navarra Juan III de Albret y Catalina de Foix, participando en las distintas contraofensivas para recuperar el reino. En la de 1521 se enfrentaron al capitán Ignacio de Loyola, que pertenecía a la guarnición castellana de Pamplona, resultando este último herido en el ataque. Poco después las tropas castellanas derrotaron en la Batalla de Noáin a las navarro-gasconas, condicionando el futuro del reino de Navarra. Ignacio de Loyola fundará más adelante la Compañía de Jesús, siendo Francisco de Javier su mejor amigo y colaborador.

Biografía

Francisco de Javier nació en el castillo de Xavier ubicado en la localidad de Javier, Navarra, entonces reino independiente y actualmente España, el 7 de abril de 1506 en el seno de una familia noble. Su padre, Juan de Jaso, era Presidente del Real Consejo de Juan III de Albret. Su madre fue María de Azpilicueta que pertenecía a una noble familia de la que formaba parte Martín de Azpilicueta el llamado doctor navarrus. Era el benjamín de cinco hermanos: Magdalena, Ana, Miguel, Juan y él mismo.

Su niñez estuvo marcada por los hechos históricos que llevaron a la pérdida de la independencia al reino de Navarra, y su familia estuvo muy involucrada en dichos hechos. Su casa natal fue lugar de encuentro de los partidarios de los Albret y sufrió la revancha de la pérdida. Sus hermanos, miembros del ejército de Juan III, fueron encarcelados por ello. Estas circunstancias pudieron ser la causa de la determinación de Francisco por el estudio religioso. Francisco de Javier realizó sus viajes evangelizadores bajo pabellón portugués.

Estudios en París

En 1524 Francisco de Javier tiene tomada la determinación de ir a estudiar a París, a la Sorbona. Antes había cursado estudios en diferentes ciudades navarras, ultimándolos en Pamplona.

En septiembre de 1528 fue a estudiar a París, donde conoció al que sería su mejor amigo, Íñigo de Loyola, posteriormente San Ignacio de Loyola, quien nunca le dejó solo en los momentos difíciles en París y siempre le ayudó, como, por ejemplo, cuando Javier sufrió problemas económicos.

Fue allí donde con otros cinco compañeros se constituye lo que sería el embrión de la Compañía de Jesús. El 15 de agosto de 1534, una vez finalizados los estudios, juran votos de caridad y castidad, a la vez que prometen viajar a Tierra Santa, en la iglesia parisina de Montmartre. Francisco se queda en París otros dos años más estudiando Teología, después de participar en los Ejercicios espirituales junto a Ignacio de Loyola.

En 1537 se reúne con Ignacio de Loyola para viajar a Italia. En Roma visitan al Papa Pablo III para pedirle su bendición antes de emprender el viaje a Tierra Santa, viaje que no se iba a poder realizar por haber entrado en guerra Venecia con Turquía. Llegan a Venecia y es ordenado sacerdote el 24 de junio. Durante su estancia en Venecia, mientras esperaban el barco para ir a Tierra Santa, se dedica junto a sus compañeros a predicar por los alrededores. Ante la tardanza del viaje, vuelven a Roma y se ofrecen al Papa para ser enviados a cualquier otro lado. De allí parte hacia Lisboa en 1540, donde dará comienzo la etapa más importante de su vida: la de misionero. El viaje a Portugal se debió a la solicitud del embajador portugués en Roma, Pedro de Mascarenhas, que pidió en nombre de Juan III de Portugal a Ignacio de Loyola algunos hombres suyos para enviarlos a las Indias Orientales. Para ese viaje Francisco fue nombrado por el Papa legado suyo en las tierras del Mar Rojo, del Golfo Pérsico y de Oceanía, a uno y otro lado del Ganges.

Sus viajes de misiones

El viaje a Lisboa fue por tierra y paró en Azpeitia (Guipúzcoa) para entregar cartas de Ignacio de Loyola a su familia. En Lisboa estuvieron un tiempo, hasta que fue designado Francisco para ser el enviado a las Indias. En ese tiempo no pararon de predicar el evangelio a los pobres de la ciudad.

El 7 de abril de 1541, día que cumplía 35 años, sale la expedición y llega el 22 de septiembre a Mozambique. Allí se queda hasta febrero del año siguiente. En esa estancia ayuda en el hospital y percibe la realidad del trato que se da a los negros, lo cual le lleva a tener los primeros enfrentamientos.

Después de efectuar escalas en Melinde y Socotora, llega a Goa (ciudad que luego sería capital de la India Portuguesa) el 6 de mayo de 1542. Prepara un texto divulgativo basado en el catecismo de Juan Barros y comienza a predicar la doctrina católica por la ciudad, a la vez que asiste a moribundos, visita a presos y socorre a pobres.

Para lograr un acercamiento más intenso se dedica a aprender la lengua del país. Tras rechazar el puesto de director del seminario de San Pablo, se embarca, en octubre de 1542, para las islas de la Pesquería, donde permaneció más de un año.

Evangeliza a los indios Paravas y recorre las ciudades de Tuticorrín, Trichendur, Manapar y Combuture. Encontró la oposición de los brahmanes, que habitaban las pagodas de la región.

Aprendió tamil y tradujo a esa lengua parte de los textos cristianos y una plática sobre el cielo y el infierno.

En noviembre de 1543 se encuentra con sus compañeros Micer Paulo y Mansilla en Goa y se entrevista con el obispo de la ciudad, Juan de Alburquerque, para pedirle misioneros. El obispo destina a 6 sacerdotes para esa labor. Con los nuevos colaboradores se vuelve de nuevo a la Pesquería. En el viaje escribe varias cartas a sus compañeros de Roma, en una de ellas dice:
muchos cristianos se dejan de hacer en estas partes, por no haber personas que se ocupen en la evangelización. Muchas veces me mueven pensamientos de ir a esas Universidades dando voces como hombre que tiene perdido el juicio, y principalmente a la Universidad de París, diciendo en la Sorbona a los que tienen más letras que voluntad, para disponerse a fructificar con ellas; ¡cuántas almas dejan de ir a la gloria y van al infierno por negligencia de ellos! Es tanta la multitud de los que se convierten a la fe de Cristo en estas partes, en esta tierra donde ando, que muchas veces me parece tener cansados los brazos de bautizar, y no poder hablar de tantas veces de decir Credo y mandamientos en su lengua de ellos y las otras oraciones.

Establece en las Pesquería un sistema de asignación de territorios a un responsable, el cual debía de mantenerle informado del devenir de la misión. Una vez que ha organizado ese territorio, parte hacia Manapar y el distrito sur. Permanece un mes con los makuas, bautizando a más de 10.000.

Durante 1544 realiza más de veinte viajes de evangelización. Ante las noticias de la ejecución de cristianos en Ceylan, Francisco vuelve a Goa y habla con el gobernador, para acompañar a las tropas que se iban a enviar para castigar las acciones contra los cristianos que el rey Jafnapatán había hecho. Por diferentes causas dicha acción nunca se llevó a cabo.

En 1545 parte a las islas Molucas en compañía de Juan Eiro, llegando a Malaca poco después. Durante tres meses Francisco de Javier aprendería un mínimo el idioma y se familiariza con la cultura local; también traduciría, con ayuda de gentes entendidas, la parte básica de los textos de la doctrina católica. Ese mismo año escribe al rey de Portugal sobre las injusticias y vejaciones que les imponen los propios oficiales de Vuestra Majestad.

Sale hacia las Islas de Amborio y Ternate en enero de 1546, después de preparar las Instrucciones para los catequistas de la Compañía de Jesús. Llega a su destino al cabo de mes y medio. Recorre diferentes islas de la región y en Baranula (Ceran), según cuenta la tradición, un cangrejo le devuelve el crucifijo que había perdido durante una tempestad.

En junio llega a Ternate, rico centro comercial de especias y última posesión portuguesa, permaneciendo en ella tres meses. De allí sale a las islas del Moro, donde pasa otros tres meses. De las islas del Moro emprende viaje de vuelta a Cochín, donde llegaría el 13 de enero de 1548.

Después de realizar labores de reordenación y supervisión de las misiones establecidas en India y Molucas, donde se siente decepcionado con el deterioro sufrido, tal y como demuestra en sus cartas, parte para Japón, junto a sus compañeros Cosme de Torres y Juan Fernández y el traductor Anjirō, el domingo de Ramos de 1549, llegando a tierras niponas el 15 de agosto. Desembarcan en Kagoshima, entonces capital del reino Sur del Japón. Permaneció en esta ciudad durante un año y por tierras japonesas durante dos años y tres meses. En colaboración de su compañero Pablo de Santa Fe evangelizó por tierras niponas e hizo traducir la obra Declaración de los artículos de la Fe, que se aprendió de memoria y solía recitar en las esquinas. Para responder a las preguntas que los transeúntes realizaban se valía de un intérprete. Ante el fracaso de la misión, pensó en citarse con el rey de la zona con la esperanza de que si éste se convertía al catolicismo, el pueblo también lo haría. En 1550 se dirige al norte con esta intención. Funda una pequeña colectividad cristiana en Hirado. Llega a Yamaguchi, luego a Sakai y, finalmente a Meaco, donde intenta, sin conseguirlo, ser recibido por el rey.

Se traslada a Yamaguchi de nuevo y obtiene del príncipe la garantía de respeto a los conversos al cristianismo. Ante esa perspectiva realiza, junto con sus dos compañeros, una intensa labor de predicación que da su fruto en la creación de una pequeña comunidad católica. Muchos de los convertidos son samuráis. La oposición del clero local, los bonzos, fue siempre fuerte.

En septiembre de 1551 le llama el príncipe de Bungo, que le permite predicar en esa islas. Un mes después y dejando algunos conversos, Francisco Javier se vuelve a la India alertado por las noticias que le llegan. El viaje de vuelta se realiza en la nao Santa Cruz que capitaneaba Diego de Pereira, quien le da la idea de organizar una embajada a China en nombre del rey de Portugal para entablar negociaciones de paz. Cuando llega a Malaca se entera de que la India ha sido nombrada provincia jesuítica independiente de Portugal y que él es su provincial.

El 24 de enero de 1552 llega a Cochín y el 18 de febrero a Goa. Después de solucionar algunos problemas de las misiones y preparar el viaje a China, parte rumbo a ese país el 14 de abril. Le acompañan en la aventura el padre Gago, el hermano Álvaro de Ferreira, Antonio de Santa Fe (que era de origen chino) y un criado indio llamado Cristóbal, y se embarcaron en la Santa Cruz capitaneada por Pereida.

Cuando llegan a Malaca tienen problemas con el Capitán de Mares, Alvaro de Ataide, que retrasa el viaje por dos meses e impide que Pereida siga al mando de la nao. Llegaron a la isla de Sanchón a finales de agosto de 1552. Esta isla era el lugar de encuentro entre los mercaderes chinos y portugueses.

Permanecen a la espera de la llegada de un barco chino que debe de introducirles, clandestinamente, en el continente. El 3 de diciembre de ese año muere Francisco de Javier cuando contaba 46 años de edad.

Su cuerpo es conducido a Goa, donde llega en la primavera de 1554, siendo enterrado en esa ciudad.

ORACIÓN A SAN FRANCISCO JAVIER

La canonización, patronaje y fiestas

Fue canonizado por el Papa Gregorio XV en 1622 junto a San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús, San Isidro Labrador y San Felipe Neri.

Ha sido nombrado patrono de varios sitios y obras:

En 1748 es nombrado patrono de todas las tierras al este del cabo de Buena Esperanza.
En 1904 es nombrado patrono de la Obra de la Propagación de la Fe.
En 1927 el Papa Pío XI le nombra Patrono de las Misiones junto a santa Teresita del Niño Jesús.
Es también patrono de la Rama Caminantes dentro del Movimiento Scout Católico.

Es copatrón de Navarra junto con San Fermín y Santa María la Real, celebrándose su fiesta el 3 de diciembre, aniversario de su muerte. Anualmente, en los primeros días de marzo, se celebra una masiva peregrinación en su recuerdo hasta el Castillo de Javier, las conocidas javieradas.

Iconografía y obra

Son muchas la obras que han reflejado al Apóstol de las Indias en pintura y escultura. Célebres artistas, como Murillo, Rubens, Van Dyck, Luca Giordano y Goya, han inmortalizado con sus pinceles al Santo de Javier.

Francisco de Javier se convirtió a partir del siglo XVI en un ideal a seguir como misionero en tierra pagana. Esto ha dado lugar a una muy abundante obra que trata de su figura. Obra de todo tipo, especialmente epistolar, al considerarlo como ejemplo a seguir por los miembros de la Compañía de Jesús. Fue Javier quien creó el primer seminario de Goa y quien impulsó las vocaciones al sacerdocio de los indígenas, a la vez que proponía la catequización directa y la traducción de los textos litúrgicos a las lenguas locales.

La obra escrita de Francisco de Javier se centra en la correspondencia que mantuvo con sus compañeros y responsables de evangelización. También hay pequeños escritos catequísticos conocidos, como el pequeño catecismo (1542), el gran catecismo (1546) y las Instrucciones para los catequistas de la Compañía de Jesús (1545). Fuente

 

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